Todo empezó en Mexico, nos llega la noticia que esa gripe normal y convencional que conocemos ha mutado en algo mortal. Los medios al reportarlo poco les faltó para anunciar que el juicio final ha llegado. De nada valió saber que la tasa de la mortalidad es muchisimo menor que el de la gripe convencional. En nuestras mentes estábamos ante la peste negra. Todos los días en los noticiarios veíamos los nuevos contagios, imágenes de las personas que llegaban al hospital con sospechas de síntomas acompañadas de trabajadores de la salud ataviados como si estuviesen tratando a una víctima de Chernobyl.
Con todo este ambiente no se podía extrañar entonces que los ciudadanos comenzaramos a incluir hábitos y costumbres nuevas. En las oficinas, incluidas la mía el Lysol(las latas que aún quedan por que ya se acabo en toda la ciudad) se pasa al menos 3 veces al día. Se han instalado dispensadores de gel como los de los hospitales por lo que olor a antiséptico y alcohol se ha vuelto comun:
—Achuuuu—La nariz de un compañero comenzó a quejarse.
Recibe como respuesta aerosol desde todos los frentes y cubiculos; solo un ataque mas intenso de estornudos, seguido ahora por una asfixiante tos convence al resto de sus compañeros que la causa del mal esta en los frascos.
Si deseas irte de viaje, además del pasaporte, la tarjetita amarilla de la fiebre amarilla, hay que tener a mano la dichosa mascarilla. Supuestamente te va a proteger de todo mal. La verdad es que en caso de contagio esta no representa barrera para el virus. Sin embargo a pesar de saberlo, ese sentimiento humano que aflora en nosotros de querer agarrarnos de algún amuleto que nos salve hace que nos las pongamos. Así nos sentimos un poco mejor.
Si me preguntan creo que la gripe llego para quedarse. Asi que cuando pase un mes y todavía haya contagiados no estoy seguro si las mascarillas las usaremos ahora en la calle creando ahora nuna nueva tendencia en la moda o nos acostumbraremos y dejaremos de un lado todas las medidas de seguridad sin importarnos lo que pase después
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1 comentario:
yo estaba haciendo una fila para ir al banno de mujeres en el super 99 de tumba muerto, y para mi sorpresa cada mujer (da la casualidad que todas las que esperaban trabajaban ahi) de la que salia del sanitario, no se lavo las manos, algunas solo se echaron aguita, teniendo en frente de ellas el dispensador de jabon liquido.
que te puedo decir.....!
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