sábado, 28 de noviembre de 2009

El fin de la Auto- Complacencia(cuento o relato o introduccion)

Este miercoles 2 de diciembre es un gran dia para mi, es el bautizo de mi primer hijo literario. En conmemoración de este evento, permitanme celebrarlo de una manera muy especial: Con un pequeño trozo que escribi hace algún tiempo atras. Lo he titulado El Fin dela auto complacencia. Espero les guste:



Cuando yo llegué a este solitario paraje, sediento de agua y esperanza, no tenia más compañía que un televisor. Todos los días repetía el milagro de encenderse y captar hasta los canales de cable con claridad de platillo receptor. Decir que el televisor era milagroso era poco. Durante todos los meses aquí estuvo a merced de todos los elementos, lluvia y alimañas. Sin embargo ahí estaba: desenchufado y sin control remoto pero funcionando las 24 horas del dia, los 7 días de la semana y cambiando los canales al mínimo deseo mio.

Decir amigo era poco, era mi consuelo para tiempos duros, mi risa para mi tristeza, el sexo que añoraba y que satisfacía a medias alimentando la vista y manteniendo hambriento al tacto.


A mi corazón le comenzó a gustar esa tira sentimental sin sustancia. ¿Por que sentir de verdad si lo puede hacer de mentiras?. Para que llorar con el alma si para sacar lágrimas solo basta el “reality” de las 9 00 pm ¿Quieres reir? hazlo sacando los dientes mientras ves el sitcom de las 6. Horrorizate viendo el especial sobre el terrorismo cortesía de la gallinita sinverguenzona y sus "huevitos ahora en oferta a 25 por paquete".

Así pasaban los días, las semanas y los meses. Envuelto en mi burbuja, con el tiempo detenido y el cuerpo en letargo. Solo pedía más imagenes y el televisor me complacia.

Con este panorama llego aquel día cuando el sol se armó de voluntad para romper las tinieblas de la isla. Donde antes el usual manchón de luz que denotaba su presencia y que la niebla perenne cerraba, ahora se encontraba un disco incandescente que quemaba y hacia cerrar mis ojos. Se comenzó a librar una lucha silenciosa de voluntades: las tinieblas por quedarse y la luz por llegar y establecerse. Una hora duró el forcejeo y cuando finalmente parecía que el sol se retiraba; la Luz apareció de nuevo para terminar de una vez y por siempre la oscuridad a medias que había reinado durante toda mi estadía. Las imágenes del televisor por primera vez comenzaron a desvanecerse hasta reducirse a un solo punto en la pantalla.

Fue entonces que regresaron a mi los dolores del hambre y que sentí los efectos de la ausencia de agua en mi lengua resquebrajada. A las dolencias del cuerpo se sumaron las carencias del alma. No sabia ni del amor ni del odio, no sentía vergüenza ni pena. Quise llorar pensando en mi desventura, pero tampoco halle lágrimas para rodar por mis mejillas. Todo daba vueltas sin control. Un inmenso vacío que me seguía a paso lento, esperaba con sádica paciencia a que mis fuerzas terminaran, para tragarme y en la gran nada envolverme. Finalmente, vencido me acosté sobre la candente arena de la playa a esperar mi final, pero antes de que llegara, mis ojos cobardes apagaron la luz en el resto de mi cuerpo.

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Hoy, un día después que el sol apareció. Me he levantado, sabiendo que carezco de lo mas indispensable. De eso que alguna vez estuvo queda algo y me grita llamando por todo aquello que perdió. Esa fuerza me obliga a pararme, me da energías y me llena de voluntad para comenzar el camino.

Voy en busca de eso que me falta. De aquello que me consume el alma con un fuego que el sol alimento. Que con su quemazón me impulsa a buscar alivio, ¿pero en que y en donde? Ese silencio en mi interior, carente de respuestas quiere buscar acción, ¿Hacia donde iré? ¿que es lo que haré? Será algo que de seguro descubriré. Escondido estará un pedazo de la verdad detrás de cada paso que mi pies crearan y yo con paciencia iré formando la gran carpeta de retazos que definiran al final aquello que hoy se me escapa.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Relatos del Adolescente en MI IV( Legiao Urbana )

Contrario a la creencia popular de que terminada una relación lo único que recuerda un hombre son los momentos en que estuvo con su pareja mano con mano, mano con cintura, mano con boca, boca con boca y otras muchas combinaciones más, también quedan otras cosas menos tangibles pero no por eso menos valiosas. De esas muy especiales puedo hablarles de una que me dió quien fue mi novia brasileira y todavía amiga Linda.

Fue una vez en la que hablamos de nuestros gustos de adolescentes. Yo le decía de mis días románticos, cuando creía que desde el cuarto de mi casa podría cambiar el mundo oyendo música de Silvio y Pablo, ella me hablaba que en sus tiempos hubo una banda que capturó de manera muy especial la atención de la juventud en Brazil. ¿Seria Paralamas? Era la única banda de allá que conocía. No, era Legiao Urbana. Me puso a escuchar un par de piezas y otra vez tuve 14 años.

Sus letras eran frescas, llenas de idealismo, muy alejadas del "te quiero mi amor no me dejes solo" del todos los días en la radio. Al instante quise más y más y en poco tiempo me convertí (o al menos así lo quiero creer) en el primer y hasta ahora único legionario de centroamerica.

Tiempo después nuestra relación termino pero entre las muchas cosas positivas que me dejó se encuentra mi gusto Legiao Urbana y Renato Russo.

Aqui les dejo entonces con una de mis canciones preferidas de ellos: Geracao CocaCola. Esta pieza sintetiza muchas cosas: Hay que dejar de ser masa que consume y convertirnos en personas con actitud y pensamientos propios. Mensaje muy simple pero que en estos tiempos es revolucionario. La actitud deseada del individuo de este siglo es que se levante de la silla y siga las señales que lo guían a algún lugar del que no sabe nombre o dirección, pero como todo el mundo va hacia allá, entonces se camina y no se pregunta.