Y no es en mi corazón, como decía una canción de salsa. Aquí en Panamá ha llovido desde el día sábado casi ininterrupidamente. Cuando empezó no parecía inusual: una de las ultimas lluvias de la temporada provocó que el Río Caldera en Chiriquí creciera y arrasara con todo. Muy lastimoso pero nada que no hubiera pasado antes. Llegó el día domingo, con lluvias. Siguió el lunes y no paraba Ahora no solo es Chiriquí también Bocas Del Toro y el resto del país. El martes ya la situación comenzaba a revestir tragedia, se oye las noticias que hay escasez de agua y alimentos. Hay poblados incomunicados.
Aquí en la ciudad, es igual: Agua en todos estos días. Yo que antes esperaba la lluvia con una sonrisa. Ver el cielo mudar de azul, a gris e inclusive verde es toda una puesta en escena: Las nubes se mueven formando figuras caprichosas, la tarde se oscurece, un viento fuerte sopla y entonces cae la lluvia entre truenos y relampagos, 2 o 3 horas despues termina el espectaculo. Pero hoy, después de 4 días de agua el cielo asemeja una herida que sangra sin parar.
¡Hasta cuando Dios mio! Ver las noticias internacionales no me conforta. El fenómeno no es aislado, llueve igual de fuerte en Colombia, Venezuela y Brazil. ¿Será que al fin la naturaleza nos esta pasando factura? -Se está acercando el día terrible, el día del juicio de Yahve-diría Sofonías si viviera en estos tiempos. Que ocurrencia, para reírse puede ser. Esto es el resultado de un frente frío nos dicen los meteorologos imperturbables, pero es inevitable el mirar al cielo y preguntarse ¿Qué vendrá después?
P.D. Seamos solidarios con nuestros compatriotas que han quedado damnificados, en estos momentos se necesitan agua y alimentos secos. Una latita o una botella de agua hará una gran diferencia en alguien en estos momentos. Solo hay que encender cualquier canal local y encontraran lugares de acopio en toda la ciudad.
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